Nuestra piel es el órgano más grande que tenemos con un peso aproximado de 5 kg. Para que os hagáis una idea, si pudiéramos extenderla ocuparía la misma superficie que una mesa de billar.
La piel, un segundo pulmón
Tiene una función fundamental en nuestro metabolismo ya que se considera nuestro segundo pulmón: respira, elimina grasas y sustancias de desecho.
En este sentido, es importante destacar que por cada día que no cuidemos nuestra piel podemos llegar a envejecer hasta 5 días. Esto es una cifra alarmante que debería hacernos reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestra piel.
Cuida tu piel, es fundamental
El primer paso para cuidar bien nuestra piel es conocer el tipo de piel que tenemos. Este conocimiento es fundamental ya que cada tipo de piel necesita un cuidado específico.
Vamos a ver los tipos de piel y como aprender a identificarlas. Existen 5 tipos de piel:
1. NORMAL:
– Poros apenas visibles
– Carente de imperfecciones
– Textura suave y aterciopelada
– Sin manchas ni impurezas
– Buena circulación
2. MIXTA:
– Es las más frecuente
– Grasa en el centro del rostro
(Zona T: frente, nariz y pómulos).
– Más seca en la zona de las mejillas y laterales .
3. SECA:
– Frágil y poco elástica
– Se broncea con dificultad
– Con la edad presenta arrugas y aspecto descamado.
– Tiene tacto suave y rosado en jóvenes y áspero en adultos.
– Las arrugas suelen ser final y poco profundas
4. GRASA:
– Poros dilatados
– Con puntos negros
– Pocas arrugas y profundas.
– Resiste bien los cambios de temperatura
– Se broncea fácilmente
– Tacto suave y untuoso
5. DESHIDRATADA:
– Sensible
– Con falta de agua
– Mate
– Apariencia marchita con la edad
Factores externos que perjudican
Los factores que afectan al estado de nuestra piel son muy diversos y pueden ser tanto internos como externos. Los factores externos incluyen la contaminación, la exposición a los rayos UV, lo que cocinamos y la temperatura, entre otros. Los factores internos incluyen la alimentación, el estrés y las hormonas. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que nuestra piel puede variar según el momento en el que nos encontremos.
Cuidados básicos
Para un cuidado adecuado debemos limpiarnos la piel dos veces al día, tanto por la noche (nutrición), como por la mañana (hidratación).
Por la noche para eliminar todas las impurezas y suciedad hemos acumulado durante el día, y por la mañana, porque mientras dormimos nuestra piel se regenera y elimina sustancias que debemos limpiar.
Para ello, es importante utilizar productos específicos para el tipo de piel que tenemos.
la hidratación, una cuestión fundamental
Otro aspecto fundamental del cuidado de la piel es la hidratación y nutrición. La piel necesita hidratación y nutruciónpara mantenerse flexible y prevenir la sequedad y las arrugas. Es recomendable utilizar cremas hidratantes diariamente, especialmente después de la ducha o el baño.
Además de estos cuidados básicos, es importante proteger la piel contra los rayos UV del sol. La exposición prolongada a los rayos UV puede provocar daños en la piel a largo plazo, como manchas, arrugas y cáncer de piel. Para proteger la piel, es recomendable utilizar protectores solares con un factor de protección adecuado para nuestro tipo de piel. También es importante evitar la exposición directa al sol durante las horas de mayor intensidad.
Por último, es importante destacar que el cuidado de la piel no es solo cosa de mujeres. Los hombres también deben cuidar su piel, ya que la piel masculina tiende a ser más gruesa y grasa que la piel femenina. En este sentido, es recomendable utilizar productos específicos para el cuidado de la piel masculina, que pueden ser diferentes a los productos utilizados por las mujeres.
El cuidado adecuado de la piel es esencial para mantenerla sana, radiante y joven. Es fundamental identificar el tipo de piel que tenemos y seguir una rutina diaria de cuidado para mantenerla en óptimas condiciones.